14. Vivir es fácil con los ojos cerrados

 

“Te obligan a ser algo que es lo que ellos quieren que seas,

pero que en realidad tú no eres.

Vienen y te hablan para encontrar respuestas,

pero ellos son la respuesta, no nosotros.”

Así comienza la película dirigida por David Trueba “Vivir es fácil con los ojos cerrados”. Consiguió 6 premios Goya de las 7 nominaciones que obtuvo en 2014, entre ellos el Premio a la Mejor Película. Hoy reflexiono sobre esta película, y sobre todo sobre su protagonista, Antonio, como figura ejemplar de la pasión y vocación que debería caracterizar a todo docente.


La película se centra en el viaje que emprende Antonio, profesor de inglés, hacia Almería. Al parecer, John Lennon, se había trasladado allí para rodar una película, y él no había encontrado mejor oportunidad para acercarse a conocer a su ídolo. Por el camino, conoce a Belén y a Juanjo, dos jóvenes desorientados que huyen de sus vidas. Tal y como está acostumbrado a hacer en el día a día con sus alumnos, trata de ayudarles y acompañarlos en el camino. Les cuenta su pasión por la música, y por los Beatles, y cómo imparte sus clases a partir de canciones memorables del grupo. En él encuentro muchos de los aspectos que convierten a ciertos profesores en referentes para los jóvenes:

  • Vocación por su trabajo. Antonio vive por y para sus alumnos. Se vuelca con ellos, les transmite mucho más que conocimientos y se preocupa por su desarrollo personal. Les hace reflexionar sobre el sentido de las canciones de los Beatles, va más allá de lo que cualquier profesor te puede contar en clase. Para él, la motivación en los alumnos es imprescindible. Sólo a través de ella los alumnos pueden aprender.
  • Empatía. A lo largo de la película, el protagonista empatiza mucho con sus compañeros de viaje, los otros dos protagonistas. Se muestra activo por ayudarles en la medida de lo posible, les trata con cariño sin ni siquiera conocerlos. Ese espíritu y compromiso por los demás denota cierta sensibilidad, algo importante para conectar con sus alumnos y acercarse a sus realidades.
  • Sigue vivo su “niño interior”. Mantiene la ingenuidad y la ilusión por sus pasiones. Se aventura a recorrer cientos de kilómetros para conocer a su ídolo, sin siquiera pararse a pensar lo remota que es esa posibilidad. Vive sin juzgar a los demás, y mantiene su capacidad de asombro cotidiana. Vive con humor.

Pese a que la película se ambienta en 1966, y la metodología del centro educativo que se muestra es bastante tradicional y refuerza la figura autoritaria del docente, Antonio se aleja de este modelo. En sus clases utiliza canciones, y otras actividades que despierten el interés del alumno. Su pedagogía se basa en la participación. En mi opinión, se ajusta muy bien a la pedagogía activa.

Cierro esta entrada recomendando sinceramente que veáis esta película. Cuenta una historia muy bonita y es preciosa de ver. Habla de la vida, alegre y melancólica, como dice Antonio (el protagonista). La podéis encontrar en la sección SOMOS CINE de rtve a la carta (es gratis).

Os dejo aquí el tráiler para que no os podáis resistir a verla:))

Comentadme si la veis!!




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